Título: Cinder
Título original: Cinder
Saga: Crónicas Lunares (The Lunar Chronicles)
1. Cinder
2. Scarlet
3. Cress
4. Winter
Autor/a: Marissa Meyer
Editorial: Montena
Fecha de publicación: marzo de 2012
Nº de páginas: 432
Sinopsis:
Bienvenidos a Nueva Pekín, metrópoli central de un mundo futuro donde humanos, cíborgs y androides coexisten en precaria convivencia, amenazados todos por una extraña y caprichosa plaga mortal para la que los científicos no encuentran cura.
Esa es la ciudad en la que vive Linh Cinder o, simplemente, Cinder, una cíborg que, por serlo, es odiada y despreciada por todos, y sobre todo, por Adri, su madrastra, cuyo amor y respeto jamás ha tenido a pesar de que gracias al trabajo de Cinder, ella y sus dos hijas, Pearl y Peony, pueden salir adelante y aparentar ser más de lo que son. Aunque no todo son malas noticias: Peony es su mejor amiga. Su mejor amiga humana.
Sabe que no lo logrará, pero no deja de alimentar la esperanza, que sabe vana, de ganarse el favor de su familia y de ir, ¿por qué no?, al baile real que cada año se celebra en Palacio. Pero es el cuento de nunca acabar, porque Adri, que no deja de prometerle lo mejor para cuando acabe lo que sea que tiene que hacer, siempre le tiene guardada una tarea nueva, que arregle el levitador o cualquier otro cachivache.
Porque Cinder es la mejor mecánica de Nueva Pekín, y tan grande es su fama que el mismísimo Príncipe Kaito, heredero de la Comunidad Oriental, ha acudido a su cuchitril en el mercado para confiarle el arreglo de su androide. "Contiene información confidencial y es una cuestión de seguridad nacional que la recupere... antes de que lo haga otra persona", le explica.
Vale, Cinder es una cíborg, pero no es de piedra, y ese príncipe se demuestra capaz de alterar todos sus circuitos. Pero se cierne sobre ella, sobre ellos, una amenaza más grave que el enamoramiento: la fuerza procedente del espacio exterior que aguarda el momento adecuado para atacar la Tierra.
Esa es la ciudad en la que vive Linh Cinder o, simplemente, Cinder, una cíborg que, por serlo, es odiada y despreciada por todos, y sobre todo, por Adri, su madrastra, cuyo amor y respeto jamás ha tenido a pesar de que gracias al trabajo de Cinder, ella y sus dos hijas, Pearl y Peony, pueden salir adelante y aparentar ser más de lo que son. Aunque no todo son malas noticias: Peony es su mejor amiga. Su mejor amiga humana.
Sabe que no lo logrará, pero no deja de alimentar la esperanza, que sabe vana, de ganarse el favor de su familia y de ir, ¿por qué no?, al baile real que cada año se celebra en Palacio. Pero es el cuento de nunca acabar, porque Adri, que no deja de prometerle lo mejor para cuando acabe lo que sea que tiene que hacer, siempre le tiene guardada una tarea nueva, que arregle el levitador o cualquier otro cachivache.
Porque Cinder es la mejor mecánica de Nueva Pekín, y tan grande es su fama que el mismísimo Príncipe Kaito, heredero de la Comunidad Oriental, ha acudido a su cuchitril en el mercado para confiarle el arreglo de su androide. "Contiene información confidencial y es una cuestión de seguridad nacional que la recupere... antes de que lo haga otra persona", le explica.
Vale, Cinder es una cíborg, pero no es de piedra, y ese príncipe se demuestra capaz de alterar todos sus circuitos. Pero se cierne sobre ella, sobre ellos, una amenaza más grave que el enamoramiento: la fuerza procedente del espacio exterior que aguarda el momento adecuado para atacar la Tierra.
Valoración Personal:
Había una vez, en un país muuuy lejano llamado la Comunidad Oriental, una cíborg adolescente, de nombre Cinder, que entre arreglar androides y levitadores en su pequeño taller mecánico, soñaba con ser libre... aunque, claro, su madrastra procuraba no dejarle mucho tiempo para pensar en ello. Y es que no daba abasto, pues a Adri siempre se le ocurría algo que Cinder tuviese que reparar. Porque, sino, ¿quién conseguiría el dinero para que Adri y sus dos hijas, Pearl y Peony, aparentaran ser más de lo que eran en una sociedad tan empobrecida por la leutomosis?
Sin embargo, todo cambia el día en que el príncipe Kai (heredero de la Comunidad Oriental y sex symbol entre todas las jóvenes del país) se presenta en el taller de Cinder para que le arregle una androide que contiene "información confidencial". Por mucho que lo niegue, Cinder nota cierta conexión entre el príncipe y ella, pero hay un pequeño problema (y no el que todos creemos, el de "yo soy una simple mecánica, mientras que él es el príncipe del reino"): Cinder es un cíborg, algo que repugna a los ciudadanos de esta sociedad (y por ello, algo que a Kai le va a ocultar). Debido también a esta condición, Cinder carece de amigos, a excepción de Iko (una androide muy divertida con un chip de personalidad "defectuoso") y Peony (su hermanastra de catorce años).
Cuando descubren que Peony está infectada por la leutomosis, la madrastra de Cinder vende a la cíborg para que sirva de sujeto de investigación para una cura, y allí es donde conocerá al doctor Erland, quien le revelará mucho más de lo que creía saber sobre sí misma.
En esta adaptación futurista de La Cenicienta nos encontramos con la madrastra malísima, las dos hermanastras, el príncipe azul que busca esposa... e incluso con la salida de palacio por las escaleras que deja sin algo muy importante a la protagonista durante su huida. Pero, ¡ojo!, por mucho que esto os suene a una Cenicienta con robots, no os dejéis llevar por la primera impresión.
Dos aspectos la llevan en direcciones diferentes al clásico Disney y le dan un toque más futurista: el primero es la leutomosis, una plaga mortal (y muy contagiosa) para la que los científicos todavía no han encontrado una cura. El segundo es una amenaza que viene del espacio (más concretamente, de la Luna), por parte de los lunares y la Reina Levana (una malvada soberana que hará lo posible por adueñarse de la Tierra).
Este libro me ha gustado. ¿Por qué? Razón nº1: me gusta que las protagonistas no sean ingenuas, así que Cinder ha ganado puntos por no ser la típica chica que sueña todo el día con que su príncipe azul la rescatará de la torre. Razón nº2: a cualquier fenómeno extraño (sabréis de lo que os hablo cuando os hayáis leído el libro :P), Marissa Meyer ha querido atribuirle una razón científica, nada de varitas mágicas y hadas madrinas, todo dando argumentos convincentes que acaban haciéndote creer que la ciencia es realmente capaz de todo.
Uno de los pocos fallos que me he encontrado al leer este libro ha sido que ciertos aspectos de la trama eran bastante predecibles, y mi intuición femenina ya los había captado desde el principio. Aunque, tengo que confesar, que no me molestó tanto como creía, porque equilibra la balanza con un final inesperado... y abierto, lo que esto nos confirma que la segunda parte está de camino.
Creo que e un libro que recomendaría a todos. No solo porque me parezca bueno, sino porque me hizo recordar todas las veces que vi La Cenicienta cuando era pequeña, y eso me llenó de un sentimiento cálido que no hizo otra cosa que obligarme a seguir leyendo.
Esta es mi valoración:
La segunda parte se llama Scarlett (solo os adelanto que tiene algo que ver con cierta niña que lleva una capa roja y quiere encontrar a su abuela), y ya está publicado. No hace falta decir que la leeré en cuanto pueda ;)
Sin embargo, todo cambia el día en que el príncipe Kai (heredero de la Comunidad Oriental y sex symbol entre todas las jóvenes del país) se presenta en el taller de Cinder para que le arregle una androide que contiene "información confidencial". Por mucho que lo niegue, Cinder nota cierta conexión entre el príncipe y ella, pero hay un pequeño problema (y no el que todos creemos, el de "yo soy una simple mecánica, mientras que él es el príncipe del reino"): Cinder es un cíborg, algo que repugna a los ciudadanos de esta sociedad (y por ello, algo que a Kai le va a ocultar). Debido también a esta condición, Cinder carece de amigos, a excepción de Iko (una androide muy divertida con un chip de personalidad "defectuoso") y Peony (su hermanastra de catorce años).
Cuando descubren que Peony está infectada por la leutomosis, la madrastra de Cinder vende a la cíborg para que sirva de sujeto de investigación para una cura, y allí es donde conocerá al doctor Erland, quien le revelará mucho más de lo que creía saber sobre sí misma.
En esta adaptación futurista de La Cenicienta nos encontramos con la madrastra malísima, las dos hermanastras, el príncipe azul que busca esposa... e incluso con la salida de palacio por las escaleras que deja sin algo muy importante a la protagonista durante su huida. Pero, ¡ojo!, por mucho que esto os suene a una Cenicienta con robots, no os dejéis llevar por la primera impresión.
Dos aspectos la llevan en direcciones diferentes al clásico Disney y le dan un toque más futurista: el primero es la leutomosis, una plaga mortal (y muy contagiosa) para la que los científicos todavía no han encontrado una cura. El segundo es una amenaza que viene del espacio (más concretamente, de la Luna), por parte de los lunares y la Reina Levana (una malvada soberana que hará lo posible por adueñarse de la Tierra).
Este libro me ha gustado. ¿Por qué? Razón nº1: me gusta que las protagonistas no sean ingenuas, así que Cinder ha ganado puntos por no ser la típica chica que sueña todo el día con que su príncipe azul la rescatará de la torre. Razón nº2: a cualquier fenómeno extraño (sabréis de lo que os hablo cuando os hayáis leído el libro :P), Marissa Meyer ha querido atribuirle una razón científica, nada de varitas mágicas y hadas madrinas, todo dando argumentos convincentes que acaban haciéndote creer que la ciencia es realmente capaz de todo.
Cinder, por ice-ridden |
Uno de los pocos fallos que me he encontrado al leer este libro ha sido que ciertos aspectos de la trama eran bastante predecibles, y mi intuición femenina ya los había captado desde el principio. Aunque, tengo que confesar, que no me molestó tanto como creía, porque equilibra la balanza con un final inesperado... y abierto, lo que esto nos confirma que la segunda parte está de camino.
Creo que e un libro que recomendaría a todos. No solo porque me parezca bueno, sino porque me hizo recordar todas las veces que vi La Cenicienta cuando era pequeña, y eso me llenó de un sentimiento cálido que no hizo otra cosa que obligarme a seguir leyendo.
Esta es mi valoración:
La segunda parte se llama Scarlett (solo os adelanto que tiene algo que ver con cierta niña que lleva una capa roja y quiere encontrar a su abuela), y ya está publicado. No hace falta decir que la leeré en cuanto pueda ;)
Me has convencido. Voy a leerlos
ResponderEliminarMuy buena reseña, aunque a mi me van mas las historias donde hay mas romanticismo pero me llama la atencion. Algo tendra jajajajaja.
ResponderEliminarUn beso muy grande